La salud y el sueño están profundamente interconectados, ya que el descanso adecuado es esencial para el bienestar físico y mental. Dormir bien permite que el cuerpo repare tejidos, regule el sistema inmunológico y consolide la memoria, mejorando la función cognitiva y el estado de ánimo. La falta de sueño aumenta el riesgo de enfermedades crónicas como la hipertensión, diabetes y obesidad, afectando también el rendimiento diario y la calidad de vida. Priorizar el sueño es clave para una salud integral